domingo, 26 de octubre de 2008

En la sangre

CAPITULO 1

Siento que alguien me observa, hace días que no duermo, un aliento recorre mi nuca todas las noches.

Hoy cumple un mes que me hospede en esta casa junto con dos amigos, lo necesitaba, después de aquel fatídico día, algo me pedía un cambio.

Todo iba bien, me olvidaba del problema, pero de pronto una noche hace una semana un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome levantar de la cama de un salto y salir corriendo hasta el pasillo en busca de la luminosidad de la Luna, que entraba a través de la ventana de la escalera. Mire dentro de la habitación, pero todo era oscuridad, tenía la persiana bajada totalmente, entonces lentamente fui introduciendo la mano, tanteando hasta encontrar el interruptor de la luz, una vez lo pulse todo quedó iluminado, para mi sorpresa, pues allí no había nadie.

Esa noche no volví a conciliar el sueño y desde entonces no he vuelto a conseguir descansar, pues todas las noches siento un aliento sobre mí. Mis compañeros piensan que el no descansar es el motivo de esas alucinaciones, y lo que en realidad sucede es que son esas alucinaciones las que no me dejan dormir y son la fuente de este cansancio, que no me deja vivir tranquilo.

He optado por dormir con la luz encendida, pero aun así continúan, cuando comienzo a cerrar los ojos y conseguir un sueño profundo, ese aliento vuelve.

-¿ A qué cree que es debida esta situación?.

- Querido Ángel, no sabría como decírselo, soy psiquiatra desde hace más de diez años, y esto es el principio de una esquizofrenia, quizás con un tratamiento conseguiremos paliar esas situaciones incluso controlar la enfermedad antes de que esta se vuelva más grave.

- ¿¿¡¡Esquizofrenia, quiere decir que me voy a volver loco!!??

- No necesariamente, son síntomas leves aun, como le he dicho, con una medicación adecuada puede controlarla, aun así, continuare viniendo a su casa, pero le recomendaría que saliese, que no se aferrase a esas sensaciones. Como me ha dicho, vino aquí para un cambio, por algún motivo que al parecer causo en usted un gran dolor, ese asunto lo trataremos más adelante, pero hágame caso salga. Bueno por hoy hemos terminado.

- Gracias, Doctora Martin. Le acompaño a la puerta.

Ángel condujo a la Doctora hasta la puerta, y una vez se hubo despedido de ella cogió el bote de pastillas, que le había entregado, con una mirada de esperanza. La esperanza que esperaba para poder volver a tener una vida, por supuesto esta visita de la psiquiatra la mantendría en secreto, no quería preocupar a sus compañeros.

También pensó en hacer caso a la sugerencia de la doctora de salir, pero era tal el cansancio que residía en su cuerpo, que decidió tomarse la medicación e intentar conciliar el sueño una vez más.

Una vez se tomo la pastilla y se introdujo en la cama, cerró los ojos sintiendo un alivio pues, esa noche volvería a dormir.

Eran ya más de las doce de la madrugada cuando un ruido intermitente le despertó, esta vez no se sobresalto, pues el ruido parecía proceder del cuarto de baño, encendió la luz y se levanto. Cada vez que se acercaba mas al baño el ruido se hacía más fuerte, parecía algo metálico golpeando el lavabo o la bañera. Una vez se hayo frente la puerta, se dispuso a entrar, giro el pomo de la puerta e hizo amago de entrar, cuando de pronto se detuvo, algo frio y un poco viscoso se encontraba bajo de su pie, ¿que estaba pisando?, se preguntó, sería champú que alguno de sus compañeros hubiese derramado, eso querida decir que estaría seguramente borracho y se habría quedado dormido con algo en la mano, y el movimiento de dicho objeto produciría ese sonido.

Miró hacia abajo para comprobar si sus deducciones eran correctas, para el asombro de él, pues el extraño líquido que estaba pisando parecía sangre, un temor le subió por el cuerpo, al pensar que algunos de sus compañeros hubiesen tenido un accidente en el baño. Abrió la puerta sin más dilación, la imagen que vio era tan horrorosa que se quedó petrificado...... El baño se encontraba totalmente cubierto de sangre, el espejo estaba roto, dejando caer sobre el lavabo pequeños trozos de cristal, el fluorescente del techo se encontraba arrancado produciendo el estaño sonido metálico al golpear con la bañera y lo mas terrorífico se encontraba dentro de ella, un gran bulto envuelto en la cortina dejaba intuir que se trataba de un cuerpo. La horrorosa visión se introdujo por completo en la retina de Ángel, el corazón le latía con tanta intensidad que parecía que iba a salir de su cuerpo, lo único que consiguió hacer fue dar un paso atrás, notando que alguien se encontraba en la oscuridad del pasillo, una extraña sombra con una mirada penetrante no dejaba de observarle.

La extraña figura comenzó a caminar paulatinamente, muy despacio, Ángel no conseguía moverse, era tal su miedo que no le permitía ni gritar. La sombra se encontraba ya casi al lado del pobre muchacho cuando alzó la mano donde llevaba un cuchillo de grandes proporciones abalanzándose sobre el muchacho..

Una voz conocida hizo volver a Ángel a la realidad, percatándose de que aun se encontraba en su cama y que todo parecía haber sido una pesadilla, a su lado se encontraba Juan, uno de sus compañeros, con cara de preocupación le preguntó:

-¿Estás bien?, estabas gritando como un loco-.

-¿Gritando?, pero si en el sueño no pude ni gesticular palabra- pensó Ángel- Claro, pero por dentro estaba aterrorizado, lo gritos de mi interior son lo que en la realidad debí de realizar.

-Chicos que pasa- Se asomó desde la puerta José, el otro compañero.

-No, no ha pasado nada solo he tenido una pesadilla, y he debido asustar a Juan- Dijo Ángel mientras se limpiaba el sudor de la frente -Bueno voy al baño al refrescarme-

Mientras se levantaba de la cama la imagen de aquella escena terrorífica volvió a su cabeza, reaccionando su cuerpo con un pequeño escalofrío.

-¿Te ocurre algo?-Pregunto José cuando Ángel pasaba por su lado.

-No, no es nada-Respondió Ángel y continuó su camino.

Una vez se halló frente a la puerta del baño, el temor volvió a su cuerpo, apoyo la mano en el pomo de la puerta y tragando saliva, lo giró. Todo estaba limpio, nada se encontraba roto, no había ni rastro de sangre, la cortina de la bañera continuaba en su sitio; respiró aliviado y se acercó al lavabo para echarse agua en la cara, fue ahí donde se dio cuenta de que en su mano izquierda tenía un corte.

-¿Un corte?-pensó.

Extrañado por el hallazgo levanto la mirada y allí en un espejo roto se encontraba su reflejo junto a una figura oscura de la que no podía distinguir sus facciones, se giró, volviendo a encontrarse en su baño, miró el espejo, este se encontraba en perfecto estado, todo había vuelto a ser una ilusión y pensó:

-¿El corte?-.

Dirigió su mirada a su brazo izquierdo, ahí seguía, no parecía profundo, pero cuando se acostó esa noche no lo tenía, como se lo habría provocado.

To be continued........