viernes, 8 de abril de 2011

Y vinieron de arriba.. (1 PARTE).



Un rayo de luz ilumina la habitación por una diminuta apertura en la cortina, aunque pequeña, la luz es cegadora, lo cual hace que abra los ojos. Todo está reluciente, como esa insignificante luz puede alumbrar tanto, extrañado me levanto, me acerco a la ventana y abro las cortinas con decisión.
El exterior, una imagen aterradora se graba en mi retina como si de acero ardiente fuese, todo, completamente todo mi alrededor esta en llamas, de entre ellas cientos de personas salen ardiendo y gritando, no se como, pero no puedo moverme, no puedo dejar de mirar, que ha sucedido, pasa una y otra vez por mi mente.
Las llamas de alrededor de cuatro metros de alto, asolan por completo la ciudad, -¿quizás ha explotado algún camión cuba lleno de líquido inflamable- Me pregunto, sin aún poder moverme.
De pronto mi pregunta se ve contestada, una figura oscura, negra como el carbón más puro que pueda existir, el ébano a su lado sería pálido, de dicho objeto salen cuatro protuberancias, que al parecer le sirven para moverse. Aún no me muevo, es como si me hubiese que dado pegado al suelo, mientras las llamas y el extraño objeto continúan su camino.

TO BE CONTINUED...

¡¡ Cuidado Caperucita !! El Lobo a veces viste piel de cordero.

No todo es oro lo que reluce,
 muchas son las lágrimas de cocodrilo,
 de lo que te digan no te creas nada y de lo que veas cree la mitad, 
más el lobo a veces viste piel de cordero.
 Muchas son las frases que pueden definir esta situación en concreto de mi vida y que espero pase pronto.