sábado, 23 de julio de 2016

Luz de Luna



En las noches de luna llena, junto a la orilla del mar, siempre aparece la figura de una mujer, andado lentamente. Todo los que se han cruzado con ella relatan que de sus ojos brotan lágrimas, y su cara detona un aire de pena y dolor.
Anoche fui yo quien se encontró con ella, ya sabía de su historia, pero nunca pensé que se tratara de ella.
Cuando nos encontramos uno frente al otro, nuestras miradas se buscaron hasta encontrarse. Las lágrimas que recorrían sus mejillas cesaron de caer de sus ojos y la comisura de su boca comenzó a reflejar una leve sonrisa.
No podía creer que estuviera ahí, delante de mi, tras todos estos años buscándola, no supe reaccionar, pero mi cuerpo si. Mis brazos se elevaron hasta la altura de su cintura, mi cuerpo avanzó hasta juntar nuestras caderas, sus cuerpo reaccionó de la misma forma hasta que nos fundimos en un abrazo.
Después de 10 años, la luz de la luna y el suave balanceo de las olas del mar, me habían devuelto a mi otra mitad, la mujer que me robó el corazón y que años atrás había desaparecido entre las frías aguas de un mar bravío y enfurecido. Estuvimos juntos hasta el amanecer, cuando se levantó y volvió al lugar que me la arrebató, y mientras se alejaba me dijo con cara de alegría.
"Te quiero".